Pinzamiento de cadera Labrum acetabular


Pinzamiento de Cadera: Labrum Acetabular

Pinzamiento de cadera y lesiones del labrum acetabular:


Gracias a la aparición de la resonancia magnética, sumado al desarrollo importante de las técnicas artroscópicas, es posible en la actualidad  diagnosticar y tratar por métodos menos invasivos, patologías de cadera que antes no tenían un manejo óptimo.


El pinzamiento femoro-acetabular (“pellizcamiento de cadera”) es una condición donde los huesos de la cadera no tienen forma normal y el dolor causante viene dado cuando el cuello y la cabeza femoral rozan anormalmente con la cavidad del acetábulo debido al poco espacio existente entre ambos durante el movimiento. Como consecuencia la articulación queda dañada.


La artroscopia de cadera es una de las herramientas actuales para tratar esta patología aunque también puede realizarse con cirugía o tratamiento conservador.


Causas


La causa del pinzamiento de cadera puede venir dada por una anormalidad del desarrollo de crecimiento de la cadera desde la infancia, junto con factores como actividades deportivas tales como bailarines, practicantes de artes marciales, acróbatas, futbolistas, gimnastas, etc… que impliquen movimientos de cadera más allá de lo común, donde la articulación trabaja con más fuerza y donde los movimientos de flexión-rotación producen una impactación entre la parte más inferior de la cabeza del fémur y la propia cúpula del acetábulo, provocando un dolor característico que el paciente señala alrededor de la cadera, más concretamente en la ingle. Sin embargo, este dolor puede manifestarse también dentro de un rango normal de movimiento durante actividades normales de la vida cotidiana, como son los movimientos de conducción, sentarse y ponerse de pie, etc…


Existen tres formas de pinzamiento:


Pincer o pinza: Este tipo de choque se produce porque a lo largo del borde superior normal del acetábulo se extiende hueso adicional, es decir una prominencia ósea que genera un exceso de cobertura de la cabeza femoral siendo la responsable de que los movimientos de la cadera sean más restringidos y limitados, generando daño en el cartílago articular.


El origen de esta lesión, se asocia a pequeños golpes del cuello femoral en el borde acetabular,  zona donde se encuentra una estructura fibrosa llamada labrum que al ser repetidamente golpeada, genera calcificaciones que con el tiempo darán nacimiento a una verdadera barra ósea de neoformación responsable de la limitación del movimiento. Estas limitaciones de movilidad dependerán del grado de crecimiento óseo encontrado. 


El labrum puede ser aplastado bajo el borde prominente del acetábulo y el cuello del fémur.


El labrum acetabular es una estructura cartilaginosa que ayuda, junto con la parte ósea de la pelvis,  a darle soporte y más rango articular a la cabeza femoral.


Cam: Este pinzamiento se produce cuando la cabeza femoral no es redonda y no puede girar suavemente en el interior del acetábulo. Una protuberancia se forma en el borde de la cabeza femoral que muele el cartílago dentro del acetábulo, ya que se produce un aumento de la fuerza de tensión en el labrum, causando finalmente su desgarramiento. 


Combinado: Denominado también pinzamiento mixto, es la combinación de los dos tipos anteriores (pincer y CAM) El resultado de cualquiera de estas deformidades incrementa la fricción entre el borde acetabular y el cuello femoral que puede resultar en dolor y la pérdida de función de la cadera.


Para este tipo de patología, existen 2 opciones de tratamiento:


La primera, el tratamiento no quirúrgico, que se trata de terapia física para mejorar el rango de movimiento en la cadera y fortalecer los músculos que soportan la articulación ya que esto puede aliviar un poco la tensión en el labrum lesionado o cartílago. 


La terapia física en combinación con antiinflamatorios no esteroideos (AINE)  a menudo puede ayudar a aliviar los síntomas durante largos períodos de tiempo, y puede ayudar a identificar patrones específicos de movimiento que pueden perjudicar a la cadera afectada En algunos pacientes  una inyección de corticosteroides en la articulación de la cadera puede ser también beneficioso.  Un cambio de rutina diaria evitando las actividades que causan los síntomas, así como la combinación de estos tratamientos que hemos comentado, puede ser a veces exitoso. 


El problema, es que la deformidad o alteración anatómica de la cadera no se corrige, lo que puede seguir provocando daño dentro de la articulación y con el tiempo podría ser la causa de la aparición de artrosis que en algunos casos solo se resuelve con una cirugía en donde se reemplaza la cadera dañada del paciente por una prótesis de cadera.


Como segunda opción, si el tratamiento conservador no tiene éxito,  el pinzamiento de cadera se puede tratar con la Artroscopia de Cadera, que es un procedimiento mínimamente invasivo cuyo fin es el de preservar la articulación de la cadera, disminuir el dolor y evitar que progrese hacia una artrosis. 


Se trata de un tratamiento quirúrgico donde el cirujano realiza pequeñas incisiones  e introduce una cámara de fibra óptica y el instrumental necesario dentro de la cadera para realizar la cirugía.  El objetivo de esta cirugía es corregir las deformidades anatómicas detectadas y reparar el daño existente. 


El cirujano puede abordar el desgarro del labrum mediante pequeñas anclas y suturas, así como las diferentes lesiones de pinzamiento. 


Los pacientes sometidos a este procedimiento ambulatorio tienden por lo general a recuperarse rápidamente, dejando las muletas entre dos días y dos semanas después del procedimiento, según las alteraciones encontradas en la cirugía y los procedimientos utilizados para corregirlos. 


Esta técnica evita realizar grandes heridas y disección muscular, lo que disminuye el dolor post-operatorio, disminuye las complicaciones de la herida, acelera la recuperación y mejora el resultado estético.  

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